RÍO Y CORONAVIRUS.

Tiempos inciertos corren por el río Marañón (Amazonía Peruana). El miedo y la poca información de la enfermedad hacen que las comunidades ribereñas sean vulnerables. Añadamos a esto la falta de recursos sanitarios, educativos, alimentarios y tendremos el panorama que se está viviendo.
Santa Rita de Castilla es la comunidad principal del distrito de Parinari (Loreto, Perú). Las autoridades han decidido que el transito sea de cinco a diez de la mañana. En dicho tiempo es obligatorio el uso de mascarillas y salvaguardar la distancia prudente. Mientras unos van a sus chacras (huertas) otros llevan sus alimentos a vender. Y durante este tiempo uno siente que la enfermedad está lejos, ajena a la vida cotidiana. La mascarilla recuerda que puede llegar. Pero, aunque llegue ¿Cómo se sabrá que está la enfermedad denominada coronavirus?
Las demás comunidades, no son ajenas, muchas de ellas, se han cerrado al mundo. Ya no dejan entrar a ninguna persona desconocida. Pero sigue habiendo tránsito que tiene relación con algún familiar. El miedo quizá, la falta de información, el hambre de la ciudad hace que los que van a vender sus productos los traigan. También Alguna lancha irresponsable se aprovecha de la situación para llevar pasajeros de la ciudad.
La concienciación y el llevarla es un privilegio. La falta de comunicación, la carencia sanitaria y las distancias hace que muchas comunidades vivan con miedo. Utilizando la sabiduría ancestral acuden al brujo para hablar con los espíritus y decirles que tienen que hacer. Las plantas medicinales se convierten en remedio para fortalecer el cuerpo.
Y como no hablar de las personas más vulnerables. Empezamos con los niños. Durante el año pasado se está produciendo una tasa alta de anemia. La educación ha quedada paralizada, pues al no contar con laptops (ordenadores) e internet no tienen acceso a la educación y a los materiales online. Las casas no están adaptadas para que los niños tengan su espacio. Los ancianos los más desvalidos a esta enfermedad, carecen de una buena alimentación, se sienten desplazados ante el cambio de rutina que produce el aislamiento social. Y por último los enfermos donde sobresale una enfermedad: La diabetes. Si añadimos la mala alimentación y otras enfermedades nos encontramos con una deficiencia inmunológica.
La concienciación y la prevención se convierten en una de las mejores armas contra el virus. Sin ellas el río quizá se enfrentará a una de las mayores pandemias cuyo germen es el dolor y la muerte.
Y atardece en Santa Rita de Castilla. La comunidad está confinada en sus casas. Algunos moradores desde las ventanas miran el firmamento y sueñan que mejores tiempos vendrán…

FR. LUIS FERNÁNDEZ GARCÍA