MEMORIA Y PORVENIR: Loreto abandonado por el Estado

Probablemente el cierre de la UCP provoque un ataque de nostalgia y un centrarse en la memoria de lo que ha sido. Derrida articula el ‘deseo de memoria y la exposición de un PORVENIR’. Esto es lo más preocupante: el porvenir. ¿Qué será de sus estudiantes? ¿Qué será de los estudiantes que concluyan estos próximos años las secundarias? ¿Dónde estudiarán? Las ofertas estatales son del todo insuficientes. Si este paso se veía venir, como dicen algunos, ¿por qué el Estado no ha previsto y ha comenzado a ofrecer alternativas?
Hemos visto en los últimos meses el colapso del sistema sanitario. Ni siquiera la clase media se ha podido atender en el hospital. Los resultados de una encuesta digital que circula por las redes indican que la mayoría de los entrevistados [con un porcentaje muy alto de personas que están o han pasado por la universidad, clase media, pues] se han curado en sus casas. El fracaso del Estado en la amazonía acarrea un impacto económico, social, cultural y emocional impresionante. Inmersos todavía en esta crisis sanitaria nos viene el cierre de la UCP, que no voy a discutir, pero lamento que no se haya previsto ni se ofrezcan alternativas a los jóvenes de la selva. Indolencia en estado puro. SUNEDU hace su trabajo, y lo hace bien, pero el Estado debe ofrecer alternativas. Igual que debe ofrecer un internet de calidad, del que ahora carecemos.
El acceso gratuito a una universidad pública de calidad ofrece un camino hacia la clase media, por tanto, hacia la disminución de las desigualdades. Cortar las posibilidades de los estudios universitarios sin ninguna alternativa implica disminuir la clase media y polarizar, aún más si cabe, la complicada sociedad loretana. Pudiera ser una oportunidad para que la universidad pública cubriera este espacio y lo haga con calidad, pero da la sensación que el Estado no está interesado en ello.
La crisis sanitaria y la crisis de la universidad [privada] son cargas en la espalda de la clase media iquiteña. ¿Qué será de las familias humildes? ¿Qué de las periferias? ¿Qué de los pueblos indígenas? ¿Dónde y cómo preservan su salud? ¿Dónde y cómo estudian? Se precisa una universidad pública con muchas más ofertas y de mayor calidad.
Les dejo con un párrafo de Jacques Derrida, por si les sirve:
“En periodo de ‘crisis’, como suele decirse, de decadencia o de renovación, cuando la institución está on the blink [en un abrir y cerrar –de ojos-], la provocación que es necesario pensar reúne en un mismo momento el deseo de memoria y la exposición de un porvenir, la fidelidad de un guardián lo suficientemente fiel como para querer conservar incluso la oportunidad del porvenir, dicho de otra forma la singular responsabilidad de lo que aún no tiene y aún no está. Ni bajo su custodia ni bajo su vista. ¿Es posible conservar la memoria y conservar la oportunidad? Y la oportunidad ¿puede conservarse? ¿Acaso no es, como indica su nombre, el riesgo o el acontecimiento de la caída, incluso de la decadencia, el término que nos espera en el fondo de la “garganta”? No lo sé. No sé si es posible conservar a la vez la memoria y la oportunidad. Me inclino más bien a pensar que la una no se conserva sin la otra, sin conservar la otra y sin conservar de la otra. De forma diferente. Esta doble custodia está asignada, como su responsabilidad, al extraño destino de la Universidad. A su ley, a su razón de ser y a su verdad. Corramos una vez más el riesgo de un guiño etimológico: la verdad (the truth) es lo que conserva y se conserva. Pienso aquí en la Wahrheit, en el Wahren de la la Wahrheit, y en la veritas; cuyo nombre figura en los escudos de tantas Universidades americanas. Instituye guardianes y les insta a velar fielmente (truthfully) sobre ella”
[DERRIDA, Jacques (1997), Las pupilas de la universidad. El principio de razón y la idea de Universidad, 117-138, en DERRIDA, Jacques (1997), Cómo no hablar y otros textos, Proyecto a Ediciones, Barcelona, 2° edición, p. 138.

P. Miguel Ángel Cadenas, OSA.