NUEVO ORDEN MUNDIAL Y VIEJO DES-ORDEN EXISTENCIAL (Primera parte)

INTRODUCCIÓN
La presencia del coronavirus ha reactivado la preocupación por el Nuevo Orden Mundial y
hay muchos analistas que auguran un Nuevo Orden Mundial después del covid 19. Algo
parecido a lo que ocurrió después de la segunda guerra mundial, que despertó la
necesidad de acercamiento entre los países y poner en marcha acciones para evitar
futuras guerras.
En el presente artículo no voy a entrar en los diferentes aspectos del orden mundial que
pueden encontrarse en las redes sociales, en internet… Intento centrarme en la
preocupación que me supone confrontar los planteamientos tan ambiciosos de mejorar
el mundo y los grandes ideales que han surgido de los organismos internacionales en la
segunda mitad del siglo XX y primeros años del siglo XXI con los resultados de muchos
“desordenes”, que algunos califican de DES-Orden del Movimiento Globalista; pero yo
prefiero llamar “viejo desorden existencial”, fruto del pecado y de la presencia del mal y
del demonio tentador , presente desde el comienzo de la vida humana. Es mi
preocupación por los que abusan o usan mal los medios y recursos existentes, con la
mentira y la manipulación.
Nos ayudará una mirada a la historia donde permanece la penosa convivencia de “buenas
y malas semillas en el mismo campo” tal como nos indica Jesús en el evangelio (Mt.13,24-
30). Es la vocación al bien que tiene que vencer las tentaciones del mal, camuflado con la
máscara de la bondad, de la felicidad. Ese desorden existencial encontramos ya en el
comienzo de la humanidad con la tentación de la “serpiente” a Eva y a Adán (Gn.3). Por
eso lo califico de viejo desorden Existencial.
La preocupación puede ser formulada en forma de pregunta: ¿Vamos hacia un mundo
mejor o hacia el precipicio?, ¿Vamos a la vida plena o a la autodestrucción?
¿QUE ENTENDER POR NUEVO ORDEN?
Aunque en los planteamientos oficiales se encuentra definido el nuevo orden mundial, en
mi pensamiento perdura lo que yo he entendido desde mi infancia por orden como “cada
cosa en su lugar y un lugar para cada cosa”. Reconozco que esto supone cosificar la
realidad. Y por ello sea mejor ver el orden como “lo que nos lleva a la consecución de los
fines, objetivos y metas”, mirándolo con sentido global “lo que nos conduce al bien
común”.
El calificarlo de “nuevo” seguramente va asociado a “cambio de época”, ya que como
sabemos ahora no estamos en una época de cambios, sino en “un cambio de época”. El
orden nunca será del todo nuevo, tendrá siempre muchas connotaciones de todos los
descubrimientos y progresos de la historia. Aquí va uno de los grandes defectos de
algunos ideólogos que hablan de “empezar de cero”, o destruir todo para construir con
mayor libertad. En esto radica uno de los grandes obstáculos surgidos en los últimos años.
Por lo cual pienso que mejor que hablar de nuevo orden, sería hablar de “Un mejor
ordenamiento de la sociedad”.

P. Basilio Mateos Colinas. OSA