RESEÑA DEL R.P. FRAY. NICOLÁS JUÁREZ CARRO, OSA. 26-11-1934 / 23-01-2022.

Por: Fr. Salomón Panduro Macahuachi, OSA.

Nació el 26 de noviembre de 1934 en la localidad de Faramontanos de Tábara, Zamora, España. Hijo de Domingo Juárez Santamaría y Eusebia Carro Román. Cuarto de 4 hijos: Manuel, Jacobo, Paulino y Nicolás. Su hermano Manuel es su padrino de bautismo, de la primera misa solemne y de sus Bodas de Plata Sacerdotales. Fue bautizado 13 días después de haber nacido, el 09 de diciembre de 1934, al día siguiente de la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, estrella que marcó su vida acompañándolo en su ministerio pastoral en la Amazonía Peruana en la difusión y veneración de la Madre.

Ingresó al Seminario Menor en Valencia de Don Juan en León (España) en octubre de 1948, y permaneció hasta 1952, cursando los cursos de latín, humanidades y ciencias. Luego pasó a Valladolid entre 1952 y 1953 para cursar Filosofía. Entre 1953 y 1955 concluyó sus estudios filosóficos en Becerril del Campo (Palencia). Recibió el hábito agustiniano el 27 de setiembre de 1955 en Valladolid. Avanzando en el camino al cumplir el año de noviciado, emite los votos temporales (profesión simple) el 28 de setiembre de 1956. Después de renovar los votos por 2 años consecutivos, realizó la profesión solemne el 28 de setiembre de 1959.

Recibió el orden del diaconado el 2 de abril de 1960 de manos de Monseñor Manuel Gonzales Arbeláez, Arzobispo Divisionario de Popayán (Colombia). El 17 de julio de 1960, junto a sus otros compañeros, recibió otras de las órdenes menores y el presbiterado de manos de Monseñor José María García, Arzobispo de Valladolid. Su primera misa la celebró en su pueblo natal.

Estando en Salamanca, el 13 de enero de 1961 recibió el oficio por el cual era designado a la misión agustiniana de Iquitos. Antes de partir para América dedicó un tiempo para despedir a sus seres queridos. Cruzando el océano Atlántico llegó a Lima, para luego trasladarse en un vuelo de 3 horas a Iquitos, arribando el 23 de marzo de 1961, en compañía del Padre Manuel Álvarez y el Padre Ambrosio Pastor Casado, quienes fueron acogidos por los hermanos agustinos que les aguardaban en esta calurosa zona de la Selva del Perú.

Ya en Iquitos, fue designado a la comunidad parroquial “San Juan Bautista” (Iglesia Matriz), siendo nombrado Vicario Cooperador, cargo que ejerció durante 1 año. Posteriormente lo destinaron a la Parroquia Santo Cristo de Bagazán, el 6 de abril de 1962 le llegó el nombramiento de Párroco. Mientras construían la casa parroquial, vivían y atendían a los fieles en una de las habitaciones próximas a la Iglesia en el Hospital Militar Santa Rosa. Vivió con los Padres Maurilio y José María Arroyo.

Comenzó a enseñar desde 1962 a 1971 en la Gran Unidad Escolar Mariscal Oscar R. Benavides, el curso de Religión, a las generaciones de jóvenes, que ahora ya adultos le recuerdan con mucho afecto. Atendió a las zonas rurales de Rumococha, Santa Clara de Nanay y San Juan. Todos los sábados y domingos salía a evangelizar y celebrar misa en dichos caseríos. Una de sus preocupaciones fue la alfabetización de los adultos y la creación de un dispensario médico para que brindaran primeros auxilios y medicinas a los indigentes.

A mediados de abril de 1971, emprendió viaje hacia Intuto (Río Tigre), y surcando 14 días por los ríos Marañón y Tigre hasta Borja. Este viaje lo hizo en la cañonera “Loreto” de la Marina de Guerra del Perú. Al Padre Nicolás le asignaron las funciones de capellán durante el viaje, aprovechó en conocer los caseríos de la zona y hacer misión en las noches. Ya en Intuto, centro misional. Desarrolló su labor pastoral durante seis años, visitando los diferentes caseríos y campamentos de la zona, preparando animadores cristianos (especie de catequistas) que continuaron su obra. Trabajó con los nativos de la zona, entre ellos lo jíbaros, urarinas y quichuas. Ejerció también el cargo de gobernador distrital a insistencia de la autoridad provincial. Emprendió la tarea de beneficiar con partidas de nacimiento a la mayoría de los habitantes de los ríos de la jurisdicción, inscripción de partidas fuera de registro. Se inscribieron cerca de 5000 partidas que fueron entregadas a la municipalidad distrital.

Después de un año sabático en Medellín (Colombia); retorna a Iquitos a hacerse cargo como párroco por casi 23 años la Parroquia Inmaculada Concepción de Punchana. Promovió el grupo de los cabezones, de esta manera se desarrollaba la religiosidad popular en torno a la Purísima. Como director espiritual de la Legión de María, intensificó el rezo del rosario a la Madre. Durante su ejercicio como párroco se celebraron las Bodas de Oro de la Parroquia La Inmaculada Concepción, a la cual asistieron las autoridades civiles y religiosas de la época.

Estando en Punchana fue docente del curso de Educación Religiosa en el Liceo Naval de Iquitos durante varios años. A medida que crecía la población urbana, con visión de pastor, promovió la creación de la Iglesia de la Visitación, San Pedro Pescador, Nuestra Señora de la Salud y Santa Rita de Casia en el terminal de Iquitos, hoy convertida en parroquia.

En las comunidades ribereñas de Barrio Florido, Padre Cocha, Sargento Lores, Momón y Centro Fuerte gestionó la construcción de sus respectivas capillas. Estas obras las realizaba a pesar de lo dificultoso del traslado de los materiales de construcción. Promovió tanto en la Parroquia como en los pueblos la creación de los Centros Ocupacionales (CEO) para promocionar a la mujer en las áreas de costura, repostería, manualidades y cosmetología. Gestionó la creación de bibliotecas dotadas de variedades de libros, tanto para colegios públicos y privados. Algunas poblaciones, que, a pesar de estar rodeadas de agua, no contaban con este recurso; gracias a la gestión del padre Nicolás a través de proyectos se les construyó pozos artesianos de 30 metros.

El 14 de abril del 2001 asumió el cargo de párroco de la comunidad de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Construyó la capilla dedicada al Divino Niño, a los dos años construyó otra capilla nueva en el AA.HH “30 de agosto” dedicada a Santa Rosa y cuatro años más tarde se construía la del “Señor de los Milagros”. Durante su tiempo como párroco se hicieron ciertas reformas al interior del templo, así como el revestimiento de la gigantesca torre apta para convertirse en el mirador turístico de Belén. Junto a esta comunidad parroquial, en el año 2010, celebró sus Bodas de Oro Sacerdotales. En febrero del 2019, a sus 84 años, dejó de ser párroco de esta comunidad tras 18 años de arduo trabajo pastoral.

En febrero del año 2019 se incorporó a la comunidad de Nuestra Señora de la Salud como colaborador parroquial. El 13 de mayo de 2019, día de la celebración de la Virgen de Fátima, recibió el reconocimiento de “Hijo Predilecto de Belén” por parte de la Municipalidad Distrital de Belén, en ese mismo año, recibió un reconocimiento por parte de la Municipalidad Distrital de Punchana. En esta comunidad celebró sus Bodas de Diamante Sacerdotales, sus 60 años de misión en la Amazonía peruana.

El 28 de abril del 2021 fue trasladado a la Casa de los Padres Agustinos del Colegio Particular San Agustín de Iquitos en donde residió hasta el último día de su paso por este mundo. Falleció en Iquitos (Perú) el 23 de enero de 2022 a los 87 años. Que su ejemplo de vocación sacerdotal y servicio al prójimo no sea olvidado por esta hermosa tierra loretana.