EN TORNO A LA CONVERSIÓN DE SAN AGUSTÍN

El 24 de abril de cada año celebramos la conversión de San Agustín. Este año es especial por estar encerrados en nuestras casas. Agustín fue una persona nacida de una madre católica y de un padre pagano. Iba a la iglesia con su madre de pequeño. Un amigo de la familia le pagó los estudios, era de familia humilde. Poco a poco se fue separando del cristianismo. Le gustaba el teatro y la literatura. La Biblia le parecía un libro mal escrito. Fue profesor de literatura (retórica). Cuando tenía 32 años se convierte, se hace cristiano, se bautiza y forma una comunidad de hermanos, que es el germen de los agustinos actuales. Más tarde le eligen obispo de Hipona. Nos dejó muchos escritos, entre otros, sus Confesiones. Ahí nos relata su vida.
Celebrar la conversión de San Agustín implica preguntarnos por nuestra vida. ¿Necesitamos convertirnos? Evidentemente, sí. Pero, ¿convertirnos a qué? Tal vez la pregunta más adecuada sea: ¿a quién? Y la respuesta: al Dios de Jesucristo. Estos tiempos tan oscuros es necesario que busquemos a Dios. De hecho, Agustín fue un buscador de Dios. Tal vez sea esa una de las características más importantes que nos pueda ayudar en esta pandemia: buscar a Dios, hacer su voluntad. Porque si buscamos a Dios nos vamos a implicar en todo lo que podamos para colaborar con nuestros amigos, vecinos, con los pobres en definitiva.
Y les pido rezar: rezar por los enfermos, por los difuntos, por sus familiares, por los que tienen miedo. Rezar por los trabajadores sanitarios, por los que recogen la basura, por los agricultores que nos abastecen, por las autoridades en esta situación tan compleja, para busquen siempre el bien común. Rezar para escuchar a Dios en nuestra vida y ponerlo en práctica. Y les comunico que los agustinos rezamos por ustedes.
Felicito en este día a mis compañeros agustinos, a la Fraternidad Agustiniana de Iquitos, a la Cofradía de la Consolación de Iquitos, a las personas que tienen espiritualidad agustiniana y a las personas que buscan a Dios.
Que Dios les bendiga y acompañe.

Miguel Angel Cadenas – Vicario Regional