UNA GRACIA RECIBIDA EN MEDIO DE TANTA DIFICULTAD

P. Wálker Dávila Ríos (O.S.A.)

La ordenación Episcopal del padre Miguel Ángel Cadenas Cardo, hoy obispo de nuestro Vicariato, ha sido para mí un motivo de alegría, agradecimiento, expectativa y por sobre todo de compañía.

Estábamos deseosos de tener un nuevo Pastor para nuestra Iglesia, la gracia de Dios invadió nuestro ser para recibir con esperanza esta bonita noticia que nos permite ver esa luz que nos grita de que no estamos solos, El Señor tiene su tiempo y hoy podemos entusiasmarnos y es por eso que me siento contento de haber sido voluntario para vivir de cerca este acontecimiento.

Agradezco a todos los integrantes de la comisión del Vicariato Apostólico por su entrega y desprendimiento para que todo salga como Dios quiere, al padre Juan Anderson, que fue un complemento para que ningún detalle quede al “aire”.

Organizar por primera vez en Iquitos una ordenación, en estos tiempos de pandemia, en la que en muchas ocasiones hemos encontrado dificultades y rechazos por parte de nuestras autoridades prohibiendo las aglomeraciones de personas, pero siempre el Señor acompañándonos en cada gestión.

Con este acontecimiento he sentido que nuestra Iglesia ha despertado y se ha fortalecido.

Hemos trabajado con cariño y gusto, nada nos ha parecido difícil, paradójicamente las grandes cantidades han sido pequeñas, si vale un calificativo “fue un bonito equipo”, seguimos siendo Iglesia con un solo ideal, el EVAP, Pastoral de Multitudes, todos hemos demostrado que estábamos contentos con nuestro obispo, cada aporte lo hacíamos con ternura y responsabilidad.

Conozco a Miguel Ángel hace unos 20 años, nuestro Obispo se caracteriza por ser prudente, sensato, con algunas dudas, como todos, bastante respetuoso en que cada uno pueda expresar su sentir, que le ayuda a tomar las mejores decisiones. Yo puedo decir que es un buen amigo que me animó en muchas ocasiones como por ejemplo, me animó a estudiar, para él va mi aprecio, el tiempo que hemos trabajado juntos aprendimos a conocernos y siento que como obispo encaminará a nuestra Iglesia como Dios quiere, pues en su corazón hay ternura por nuestra Amazonía, él se identifica mucho con los animadores cristianos.

Presentarle ante monseñor Julian García en representación de toda la Iglesia de nuestro Vicariato me llenó de entusiasmo. Al pedirle que ordene como obispo a un amigo, hermano, un ser que estoy seguro que su SI como obispo, conociendo la calidad de ser humano y con la ayuda de nuestras oraciones, nos encaminará manteniendo la unidad y sabrá tomar con docilidad todos y cada uno de los ideales que hemos ofrecido.

Todo esfuerzo valió la pena y el Señor nos acompañó en todo momento, agradezco nuevamente al equipo que puso el hombro para que esta celebración litúrgica tenga el matiz esperanzador. Seamos siempre acogedores y misericordiosos con el más necesitado. Amén, Amén.